sábado, 19 de enero de 2008

Trío de Capilla: Costaleras Sevillanas

Diálogo entre Juan Miguel Vega, Javier Rubio y Paco Robles sobre la actualidad más candente de la Semana Santa Sevillana, publicado en "El Mundo" el 19/01/08.

La paridad bajo las trabajadoras se ha convertido en el asunto más controvertido y más comentado de la semana en Sevilla. Como no podía ser de otro modo, el trío de contertulios aporta su particular visión de los hechos reclamando que la paridad avance en todos los oficios relacionados con la Semana Santa como vestidores de imágenes, camareros de vírgenes y culminen con las cuadrillas cremallera bajo los pasos: patero, patera; costero, costera. Quién sabe si algún día habrá un monumento (chiquetito) a las dos costaleras de Montesión.

Costal y Rosa

Juan Miguel Vega: Ea, señores ya está aquí la cuaresma. Conforme a los nuevos usos hispalenses ya no son las torrijas de los Estepeños (que en paz descansen), los capirotes de la Alcaicería o los primeros azahares quienes proclaman su llegada. De eso ahora se encarga la nueva tradición: el lío de montepío que se monta cada año por alguna chuminá. Así al menos es como el hermano mayor de Montesión ha catalogado la causa del que se ha formado en su cofradía después de que el capataz permitiera a dos féminas ensayar de costaleras. Chuminá. Las feministas preparan ya la pira para cocinarlo a fuego lento.

Javier Rubio: Y no se olvide usted de la Asociación para el Avance de la Gente de Color (NAACP por sus siglas en inglés) y la Asociación de Familias Adoptantes en China por su desgraciada apelación a que él no hubiera objetado como costaleros a "seis negros o cuarenta orientales".

Francisco Robles: Teniendo en cuenta la etimología de chuminá, entiendo que se monte un pollo feminista, dicho sea lo de pollo en masculino para no terminar de liarla. ¿Costaleras en Sevilla? De momento habría que cambiarle el título a la marcha de Abel Moreno: Hermanos y hermanas costaleras. Este año preveo tomate televisivo más que bacalao con tomate. Al tiempo…

J.M.V.: No se me olvide de los pavías, que este asunto va a aportarles levadura como para que crezcan en plan Rocco (y no precisamente Varela). A la vista del potaje garbancero que se ha formado, mucho me temo que alguien ha debido de tener una soberana torrija en todo lo alto.

J.R.: Corrección (fraternal) lingüística, amigo Robles: sería Hermanos y hermanas costaleros si es que la norma de que el masculino es el género no marcado se mantiene en nuestra gramática. Aquí en este asunto lo que falta es mucha gramática parda, desde luego, para no formar el expolio a la vista de todo el mundo como han hecho. ¡Si hasta enviaron un comunicado a los medios de comunicación anunciando la destitución del capataz "por incumplir la norma".

F.R.: Eso de Hermanos y hermanas costaleros es de un machismo supino aunque la RAE diga lo contrario. ¡Ya está bien de carcas en la Sevilla Rancia! Lo moderno es conjugar los géneros debajo de los pasos. Voto por las trabajadoras cremalleras: chico, chica, costalero, costalera, patero, patera, costero, costera… Algo, por cierto que podría implantarse también en las priostías y en el gremio de los vestidores y las camareras. <>

J.M.V.: A tales gremios, otras cosas tal vez, pero la cremallera no les cabe, porque son más bien del velero. Digamos que llevan la cremallera puesta en su misma esencia; la pasamanería es así. ¿Y no se olvidan, señores, de las que van fuera del paso? Y no me refiero a la novia der patero. Reivindico la figura de las capatazas. Y en cuanto a las contraguías, dado que esa denominación ha sido usada siempre por hombres, propongo un cambio. Si el femenino de poeta es poetisa, el de contraguía ha de ser contragheisa.

F.R.: Inciso léxico-textil: aquí los hombres nunca han llevado cremallera en ese lugar de rancias resonancias como es la portañuela, sino botones con premio en el entresuelo, ¿estamos?

J.R.: ¿Y los corrientes, Robles? ¡Dónde dejamos a los corrientitos? En reciprocidad, habría que nombrar camareros de las vírgenes lo suficientemente modositos como para no liarla cuando les vieran las enaguas a las tallas. Menos a la Virgen del Rocío, que como es tan alta, flores a ella, se le ven por debajo las enaguas blancas. (Por favor, lean este párrafo al compás de 3 por 4 para que cobre todo su sentido).

J.M.V.: ¿Corrientes, 3 4…? Rubio, sólo le ha faltado el 8 –‘han cantado línea’- y aquello de <>. Vamos que esto es el tango de las madres locas. Madres y locas. Huy, huy, huy. Miedo me da a mí también.

J.R.: No se alboroten, que Su Eminencia arregla esto en tres patadas en cuanto vuelva de la Alianza de Civilizaciones en que ha andado enredado esta semana en Madrid haciéndole la ola al mismo Zapatero a quienes sus compañeros de púrpura condenan a las penas del infierno. Decreto al canto, mano izquierda por aquí (mucha mano izquierda), sonrisa socarrona y ya están las muchachas en flor cogiendo su costal. Y marchando una ración de calle rotulada con todos sus avíos…

F.R.: ¿Su Eminencia? ¿Acaso se llama así la penúltima cofradía que llegará a Catedral en honor del arzobispo que aprobó sus reglas? Su Eminencia tiene una buena rima: paciencia, conciencia, y esa palabra que tanto gusta a los cofrades más ilustrados, cual es magnificencia. Con lo que no rima es con eso que por aquí no se lleva tanto: con la ciencia.

J.R.: Pero sí con la indigencia intelectual en que nos debatimos y con la incidencia moral en que nos ahogamos. Como para exiliarse en Gibraltar, vamos.

J.M.V.: Pues, a pesar de tanta displicencia, yo muestro mi renuencia a dar tal paso. ¿Cómo podemos exiliarnos de este paraíso de la modernidad y el progreso? ¿Es que no se ha enterado de que en la ciudad de las personas ya han puesto la primera piedra de la nueva Fibes? Mi duda es cuando pondrán la última.


Tiempo y Forma

F.R.: Atención, pregunta: ¿cuál es el gran proyecto de la ciudad que se ha ejecutado en tiempo y forma durante los dos mandatos y pico de Monteseirín? El que acierte se llevará, además del premio en metálico pagado por el distrito Macarena, una escultura ambulante y dos columpios de La Piel Sensible.

J.M.V.: Supongo que las respuestas se pueden enviar por fax a la atención de la señorita Pepi, ¿no?

J.R.: ¿La sede del PSOE de Luis Montoto, 9? Ahí se dieron tanta prisa que arramblaron con todo lo que había. ¿Me pueden dar ya el premio?

F.R.: Puede recogerlo en la calle Goya ó en la avenida de la Borbolla. Después lo invitaremos a una copita en el Iscariote y así se irá a su casa con el premio bien trincado, que de eso se trata en esta Sevilla de nuestras entretelas marineras: de trincar.

J.M.V.: Nada, que seguimos empeñados en no ver los avances de la ciudad. Son ustedes unos carcas de tomo y lomo con tomate. ¿Es que no se enteran de que el Ayuntamiento está poniendo esta ciudad de dulce, decorándola con muñequitos –y no me refiero al muñeco de su cuenta corriente- y hasta dotano al Políngano Sur con una red güifi que ya la quisieran en Finlandia? Como además pongan enchufes para los ordenadores, aquello va a ser… lo mismo, pero con red güifi.

J.R.: Lo de los muñequitos lo dice usted por el Niño Jesús de la Magdalena, que se ha metido ahora a alfarero por lo que se ve. Anda que eso tiene mucho que ver con los tejares trianeros de verdad por las que hilan. Y en el Políngano Sur, además del güifi –el mío con poco hielo, por favor- ¿no van a poner ningún monumento? ¿Al cobrador de la luz que se arriesgaba a entrar, al cartero al que robaron, al coger de autobús al que le abrieron una ceja? Héroes anónimos, podría titularse, y sería como una colección de soldaditos de plomo. Es que la estatuaria sevillana más que minimalista, se ha hecho mínima.

F.R.: El monumento –pronúnciese morumento- que deberían levantar en el PS ó en las TMV, a elegir, debería estar dedicado al Daoiz del siglo XXI: el teniente Torrijos. Con pipa incluida y con una bulla detrás, tipo Novecento, en la que aparecerían el Lolo, la Paula, el Jon Ander, la mujer del Jon Ander, el cuñado del Jon Ander, el Alcaraz, la mujer del Alcaraz, y todo en este plan. Sería el nova más de la Sevilla revolucionaria pero con güifi, que conste. Y ya que nadie nos hace la pelota, le digo al amigo Vega que la ortografía de güifi y el concepto güifero es de los que marcan época. Así es normal que le dé tres cuartos el pregonero…

J.R.: Si es por tres cuartos, que le dé el abrigo entero.

J.M.V.: Gracias señor Robles, pero comprenderá que nuestro mérito es relativo. Siendo honrados, deberíamos reconocer que esta página nos la dan hecha cada semana las cosas que pasan en esta ciudad, cuyo surrealismo si que es de abrigo.

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